Para atender a nuestros zapatos de piel (ej: Lepanto en Antic Negro): primero de todo utilizaremos un paño suave y un tanto humedecido para eliminar los restos de polvo y la posible suciedad incrustada en el zapato.  Una vez seco el zapato, utilizaremos y expandiremos betún (puede ser incoloro o del color que sea nuestro zapato) sobre la superficie del mismo para nutrirlo y fortalecer el cuero dañado. Una vez extendido, nos serviremos de nuestro cepillo de cerdas natural para frotar y dar brillo a nuestros zapatos. A continuación,  introduciremos en el interior del zapato una horma aconsejablemente de madera, nosotros recomendamos de cedro, para eliminar malos olores y que pueda absorber la posible humedad que exista en el cuero y que no quepa la posibilidad de generar mohos y desagradables olores. El zapato deberá reposar en torno a 24 horas para que la absorción de la grasa sea gradual.